Mindfulness nos proporciona unas claves fundamentales, plausibles de ser utilizadas como principios terapéuticos, para afrontar y superar el crecimiento. Si a grandes rasgos, el objetivo principal de la psicoterapia es aliviar el sufrimiento emocional y hacer que las personas se sientan mejor, algo similar podemos señalas de los planteamientos originarios de Mindfulness en el budismo. Budha señaló la verdad de la existencia del sufrimiento humano, la posibilidad de librarse de él y el camino que conduce a esa liberación, uno de cuyos factores principales, precisamente es Mindfulness.
Mindfulness se ha descrito como una conciencia centrada en el presente, no elaborativa y no enjuiciadora, en la cual cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo atencional es reconocido y aceptado tal como es. En la actualidad Mindfulness se ha definido de maneras diversas:
- Mindfulness es la clara y resuelta conciencia de lo que en realidad nos ocurre, a nosotros, y en nosotros, en los momentos sucesivos de percepción.
- Mindfulness es como llevar la atención a las experiencias que se están experimentando en el momento presente, de un modo particular, aceptándolas y sin juzgar.
Lo cierto es que el significado de Mindfulness no puede ser capturado plenamente a través de las palabras, sino más bien vivenciándolo, ya que se trata de una experiencia no verbal y sutil. La palabra Mindfulness puede ser usada para describir:
- Una práctica de cultivar la atención (meditación)
- Un proceso psicológico (ser consciente)
- Un constructo teórico
En resumen, Mindfulness es una potente herramienta para incrementar la conciencia y la capacidad de responder hábilmente a los procesos mentales que contribuyen al malestar emocional y a la conducta desadaptativa. El entrenamiento en estas habilidades supone un adiestramiento de la mente con el objetivo de reducir la vulnerabilidad cognitiva asociada al malestar emocional y al incremento del estrés, promoviéndose de esta manera el bienestar emocional y la salud mental.