“El duelo es tan natural como llorar cuando nos lastimamos, dormir cuando estamos cansados, comer cuando tenemos hambre y estornudar cuando nos pica la nariz. Es la manera que tenemos de curar un corazón roto” Doug Maning
Cuando perdemos un ser querido es normal que podamos sentir rabia, tristeza, ira, ansiedad, dificultades para concentrarnos, dar muchas vueltas a las cosas etc. Es muy común que pasemos por distintos momentos y emociones, entre las que nos encontramos:
- Negación: Negar es una manera de decirle a la realidad que espere, que todavía no estamos preparados. “No puede ser verdad” “No es justo” “No nos puede pasar esto”.
- Enfado: Es una emoción muy frecuente en el proceso de duelo, pero recuerda toda la rabia que se queda dentro e intentamos esconder, nos acaba machacando.
- Negociación: Es la fase de la esperanza, intentamos que nada cambie, que todo vuelva a ser como antes.
- Tristeza o depresión: Sentimos un profundo dolor, nos sentimos agotados, percibiendo el futuro como vacío, pensamos que esto no cambiará nunca.
- Aceptación: Es el último paso del duelo, no es nada fácil aceptar la pérdida, llegar a este punto, conlleva un gran esfuerzo y trabajo, aceptamos que la pérdida forma parte de la vida, igual que perdemos amigos, parejas, juventud, lugares…
Tenemos que entender que este tipo de reacciones son totalmente normales sentirlas, ya que estamos pasando por un proceso muy doloroso, sin embargo, cada proceso de duelo es individual, es decir, todos los sentimientos y emociones dependen de cada persona, el orden en el que aparecen esas emociones, la duración, intensidad o la frecuencia en la que aparezcan es distinta en cada persona.
¿Cómo podemos afrontarlo?
- No sumergirnos en el dolor y recrearnos en el duelo, sino intentar avanzar hacia adelante con una actitud activa para superar este proceso
- Normaliza tus emociones, es importante escucharlas, expresarlas, conocerse uno mismo y aceptar lo que estás sintiendo en ese momento
- Expresa el dolor, es necesario poder dar salida al dolor que nos está produciendo la pérdida de un ser querido, para algunas personas puede ser mediante el lloro, otros gritar, ejercicio físico etc.
- Mantén tus relaciones sociales, apóyate en tus familiares y amigos, te ofrecerán escucha, comprensión, ánimo y planes alternativos
- Recuerda la necesidad de cuidarse uno mismo, es completamente normal que te puedas sentir sin energía o sin ganas de hacer nada, pero es muy importante que te mantengas bien alimentado y descansado, para ello puedes practicar alguna técnica de relajación, música, ejercicio físico… poco a poco ve introduciendo actividades placenteras en tu vida diaria, cada uno a su ritmo.
- Si no te ves capaz de avanzar, pide ayuda.
Si consideras que tus emociones o pensamientos están estancados en el dolor o a pesar del paso del tiempo no te ves capaz de retomar actividades habituales, pide ayuda a un profesional. En Actúa contamos con profesionales que pueden orientarte. Si tienes cualquier duda o consulta no dudes en ponerte en contacto con nosotros ¡te atendemos de forma presencial o de forma online!
1 comentario