Para ser amable con nosotros mismos se necesita de compasión hacia uno mismo, necesitamos abrir nuestro corazón. La compasión nos ayuda a expresar amor, sabiduría y generosidad. Además, somos más comprensivos con nosotros mismos y, por lo tanto, podemos serlo con los demás. Se trata de respetar nuestras limitaciones como seres humanos y aumentar nuestra capacidad para perdonar los errores propios y los de los demás. Vamos a tratar de otorgar menos importancia a la autocrítica.
¿Cómo podemos hacer esto?
A través de la meditación con bondad. Esta meditación es una práctica tradicional budista que consiste en desarrollar la bondad hacia nosotros mismos y hacia los demás.
¿En qué consiste?
Se trata de repetir en silencio frases que invocan sentimientos benévolos dirigidos a diferentes objetivos. Las frases se dirigen primero hacia uno mismo para experimentar personalmente la bondad y después hacia los demás.
Para ello es importante saber que no existe una manera “correcta” de practicar esta meditación, puedes modular las frases a tu gusto para sentirte más cómodo. Es necesario tomar consciencia de que esta meditación funciona en el nivel de la intención, es decir, cultivando la intención de experimentar bienestar para nosotros mismos y los demás, los sentimientos de amor, interés y compasión aflorarán a la superficie.
Probemos con el siguiente ejercicio:
Si te encuentras en un momento en el que luchas contra la autocrítica o en un momento difícil y estresante, trata de encontrar 15-20 minutos al día para cultivar sentimientos de bondad y compasión hacia ti mismo.
- Siéntate en un lugar tranquilo y cómodo donde nadie te moleste. Respira profundamente varias veces para centrarte en tu cuerpo y en el momento presente. Estás aquí y ahora.
- Establece contacto con la fuente de sufrimiento ¿te sientes asustado, solo, inútil o enfadado? Trata de aceptar tus emociones tal y como son. Cualquier cosa que sientas está bien.
- Ahora trata de sentir las emociones en tu cuerpo. ¿Cómo sientes esa emoción? Localiza la emoción en tu cuerpo sin perderte en los pensamientos, así podrás experimentar el momento presente.
- Coloca una mano sobre tu corazón y siente la intención de ofrecerte bondad, comprensión y compasión por el sufrimiento que estas experimentando en este momento.
- Repite las siguientes frases en silencio y poco a poco:
- Que esté segur@
- Que esté tranquil@
- Que sea amable conmig@ mism@
- Que me acepte tal y como soy
- Puedes cambiar la última frase si te resulta más cómodo por “que acepte mi vida tal como es”
- Sigue repitiendo las frases sintiendo cada vez su contenido emocional estableciendo contacto contigo mism@
- Si notas que tu mente se despista, retoma las frases, la experiencia de tus emociones o la sensación de tu mano sobre el corazón.
- Si en algún momento te supera la emoción, siempre puedes volver a respirar profundamente para calmarte.
- Por último, respira profundamente varias veces y quédate quieto un momento. Si notas el sentimiento de compasión, permítete saborearlo. Saborea la buena voluntad y la intención de ocuparte de ti. Es lo que más importa.
- Cuando estés listo, recupera lentamente tu actividad normal. Sabes que puedes regresar a las frases siempre que lo desees.
Este ejercicio es un ejemplo para aprender a tratarnos de manera compasiva y prestar atención al momento presente. Si quieres ampliar tus conocimientos no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.